viernes, 25 de julio de 2008

Discurso municipal

Estimados y estimadas, en esta ocasión quiero contarles algo que paso la semana pasada.
En la Ilustre Municipalidad de Santa Cruz se entregarón alrededos de 80 becas para estudiantes de la educación superior, entre los cuales me encontraba. Además, me solicitarón que relizada un discurso, que quiero compartir con aquellos que lean este blog.

Estimadas autoridades
Sra. Lidia Pizarro Gamboa, Alcaldesa de Santa Cruz.
Benerables concejales de la Comunidad
Estimadas y estimados conciudadanos.

Desde los orígenes de la Historia el hombre ha buscado desarrollar una conquista de la realidad, del para-si, por medio del en-sí, es decir, que por medio del desarrollo y cumplimiento de la vocación del sujeto racional se logra conquistar aquello que – como decía Frankl – hace al hombre autorrealizado. Esta es la razón por la que nosotros, hombres y mujeres en busca de una conquista, nos hemos reunido en este lugar.

Cada uno de nosotros tiene una preciada y delicada historia personal, que ha estado marcada por diversas situaciones que provocan en nosotros un sello personal, el cual marcará, de forma significativa, nuestra vida como profesionales u técnicos – según corresponda – que busca no sólo la satisfacción personal, sino que necesita desarrollar un crecimiento en el conocimiento y el emprendimiento de nuestra sociedad. Esto ya lo decía Kant, en su Filosofía de la Historia, y en particular cuando se refiere a la insociable sociabilidad humana: cada uno tiene un proyecto, una vocación,, la cual no se puede desarrollar fuera del ámbito social y político, como lo hacían los estoicos, sino que para poder llegar al cenit de nuestra historia, nos es necesario colaborar con un fin en común, que favorezca el desarrollo de nuestro todo social.

En el día de hoy, la Ilustre Municipalidad de Santa Cruz, en la persona de la Sra. Lidia Pizarro, alcaldesa de Santa Cruz, y de los señores, señoras y señoritas concejales, aporta al desarrollo y emprendimiento de la sociedad, al realizarnos un apoyo, que es, primeramente, moral y en un segundo momento económico. Digo moral, porque para poder emprender un camino se necesita de personas que consideremos valiosas y dignas de respeto, que reconocen nuestras capacidades intelectuales y que animan nuestro espíritu, para que seamos constructores de la sociedad democrática de nuestro país, llevando a esta república a un desarrollo que va más allá de lo económico, es decir, que con nuestro estudio llegaremos, algún día, a desarrollar un imperativo categórico que abarca a toda la ciudadanía y en especial aquellos que tendremos una mayor importancia en la dirección y construcción de Chile. Me refiero a lo que un día dijo el Padre Hurtado: la responsabilidad Social.

La responsabilidad social es un ideal que cada uno de nosotros debe desarrollar, porque es la manera en que representaremos la gratitud hacia aquellos que nos han formada y apoyado nuestra formación personal y profesional; acciones que hemos recibido como un don, gratuito. Tal es el caso de la beca municipal – la cual constituye el segundo momento del apoyo de esta ciudad – que llega a nosotros como incentivo, ya que con ella lograremos inyectar energías a nuestro talante formativo. Sin esta beca – al menos es mi caso y tal vez el de otros – sería muy difícil el poder continuar los estudios, que de una u otra manera, hemos podido ir desarrollando.

En fin, cada uno puede señalar muchas cosas, pero en esta oportunidad sólo una es necesaria recalcar: muchas familias y jóvenes estamos agradecidos por la contribución que han hecho a nuestras vidas, ya que sin vuestra ayuda no podríamos desarrollar el llamado que se despierta en nuestro interior, en la consciencia.

Para terminar solo quiero citar a un filósofo francés, Jean-Paul Sartre, quien decía: ¡SEAMOS REALISTAS, PIDAMOS LO IMPOSIBLE! Esta es una consigna muy sugestiva, pero lo que debemos rescatar de ella es la invitación a responder a la comuna por el bien que nos ha hecho y la forma de hacerlos es construyendo, desde nuestra actividad y con nuestra ética y moral, una sociedad justa, la cual tiene su punto neurálgico en la responsabilidad que ejercemos con nuestra vida estudiantil y, prontamente, profesional.

Estimadas autoridades, a representación de todos los aquí presentes, quiero manifestar el agradecimiento que sentimos hacia ustedes, porque sin ustedes nuestros sueños serían aun más difíciles de ser realizados.

MUCHAS GRACIAS