jueves, 24 de julio de 2008

El desarrollo de la educación en la Edad Moderna y aporte en a la educación chilena en sus origenes



Desde los principios del desarrollo cultural-educacional - particularmente en Grecia y Roma, - vemos que las diferentes sociedades han sufrido un notable cambio por el influjo que ésta ha efectuado en cada una de ellas. Este es el caso que pasa en la edad moderna, donde el paradigma cultural comienza ha cambiar. Antes, en la edad media, existía un fuerte influencia de la Iglesia Católica dentro de la sociedad como también de la educación, la que era impartida sólo para aquellos que ejercieran alguna actividad eclesiástica: monjes o sacerdotes. Pero con la ampliación de las fronteras de la mente humana - producto de los diversos descubrimientos técnicos como territoriales – todos pueden acceder, de una u otra forma, al desarrollo del intelecto, partiendo por las ciencias que tienen que ver con el producto de la razón humana.

Pues bien, a pesar de los descubrimientos, la Iglesia Católica sigue manteniendo poder sobre las sociedades. Pero esto no duró mucho, puesto que la jerarquía eclesiástica comenzó a cometer abusos por la venta de indulgencias y esto no fue tolerado por el monje agustino Marín Lutero, quien el año 1517 publicó las noventa y cinco tesis contra la iglesia y especialmente contra el papado. Esto condujo a este teólogo a la excomunión.

Lutero no contento con la decisión tomada por la jerarquía católica, decide fundar su propia iglesia, la protestante, la que se expande por el centro y sur de Europa. A este le sigue el calvinista en Suiza y la anglicana en Inglaterra. Todas estas amplían, realmente, las fronteras del conocimiento, en cuento la mayor cantidad de personas pueden alcanzar el conocimiento. Ya no es solo la jerarquía eclesiástica la que tiene acceso a la educación.

Junto a Lutero, vienen también otros movimientos como el calvinista y el anglicanismo, los cuales buscaban en cierta forma un desprestigio de la Iglesia Católica en el aspecto educativo, es decir, que buscaban una supuesta educación elitista eclesiástica, solo para quienes pudieran pagarla y con ciertas características básicas para sus educados. Esto cambia junto con la reforma, es decir, este cambio de educación media a educación moderna, que apunta a la educación libre para todos quien deseen recibirla.

Para la Iglesia Católica, esta gran reforma la trae la compañía de Jesús con San Ignacio de Loyola, la cual se formo bajo la sólida propuesta de educar en torno a Dios, teniendo gran aceptación en algunos países de Europa como Italia, España, Portugal, que encontraron esta reforma adecuada para su forma de vida y sus principios religiosos Junto a la compañía de Jesús comienzan a instaurarse otras congregaciones con el mismo fin, el de educar sin tener en cuenta el nivel social sino las capacidades de sus educados, es así como nacen los Escolapios, Ursulinas y Oratorianos. Estas congregaciones buscaban educar a toda costa y en el caso de las Ursulinas no solo a jóvenes, sino también a niñas. Es aquí donde la mujer comienza a ser valorada por sus pensamientos y capacidades intelectuales que antes no habían sido tomadas en cuenta.

Pero a pesar de tener una breve presentación histórica de la reforma y la contrarreforma es necesario responder una pregunta que a toda persona le podría nacer, es decir, ¿Cuál es el tipo de educación que ha marcado considerablemente el desarrollo de la enseñanza que ha llegado hasta nuestros días en Chile? En un primer momento descubrimos que es la reformista, ya que nos abre las puertas al conocimiento del ser en cuento Ser, lo cual se refleja en la traducción de la Biblia al alemán (Vulgata). No obstante, el principio de la educacional no queda solo en la teología, es decir, que se preocupa de todas las ramas del saber humano: matemáticas, aritmética, retórica, ciencias, astronomía, entre otras. Por lo tanto, se logra discernir que la educación reformista nos da las bases para formar a una persona integra que se puede desarrollar en los diferentes ámbitos de la sociedad, entonces se concluye que la educación se preocupa de formar personas íntegras.

Pero, en un segundo momento, vemos que la enseñanza católica se preocupa de elaborar la contrarreforma, para detener el desprestigio causado por el protestantismo. Es por ello que se vale, en cierta forma, de los programas educativos de los protestantes, es decir, que forman de forma similar pero haciendo hincapié en lo que tiene que ver con la doctrina católica: las constituciones de la Compañía de Jesús es un claro ejemplo.

Hemos visto que ambos tipos de educación han sido considerablemente importantes para el desarrollo pedagógico que ha llegado a nuestros tiempos. Pero hemos de tomar una decisión, es por ello que se concluye que el tipo que marca la educación occidental, como también la chilena, es la Católica, ya que ha sido la que llego a Chile por medio de la colonización de los españoles a América, marcado en un principio por la aristocracia, es decir, que la educación era para unos pocos, los cuales tenían los dotes para acceder a este sistema. Posterior mente adquiere un vuelco de ciento ochenta grados, permitiendo a todos el paso a un sistema público y en cierta forma gratuita de enseñanza.

En Chile este tipo de educación se presenta en un principio en la colonia, siendo para algunos y dirigida especialmente a los seminarios y congregaciones que pudiesen buscar un tipo de enseñanza selectiva en sus educados.

Podemos concluir, que la educación moderna, en Chile, tiene como pilar la formación de la Iglesia Católica, según sus dogmas y su sistema de estricto enseñanza, y que al mismo tiempo marco considerablemente el desarrollo de intelectual de nuestro país.

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